El mal olor se produce cuando el sudor entra en contacto con las bacterias que todos tenemos en la piel, produciendo en su descomposición amonio y ácido graso 🧀.
Es fundamental ventilar el zapato tras su uso. Saca las plantillas y déjalas ventilando durante la noche para que se evapore todo el sudor que hayan podido absorber a lo largo del día 🌬️. También puedes limpiarlas con bicarbonato si el olor es muy fuerte o persistente, verás que se va ¡en un plis!.
Tras sacar las plantillas, puedes limpiar la suela de goma interior del zapato con un algodoncito con alcohol y también lavar a mano las plantillas con un trapo húmedo y jabón neutro de manos o incluso jabón lavaplatos 🧼.
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